Capítulo 7

Autoproclamada como una interfaz humana creada por aliens. Autoproclamada como una viajera del tiempo. Autoproclamado como miembro de una organización de gente con poderes psíquicos. Cada uno de ellos me ha mostrado pruebas irrefutables de su autentica identidad. Al parecer, los tres, cada cual por sus propias razones, se han dedicado a investigar a Haruhi Suzumiya. Muy bien, puedo vivir con eso. O no, ¿Cómo demonios voy a vivir tranquilo con esto? Aun que aceptara todo lo que ha sucedido o dicho hasta ahora, todavía hay una cosa que no llego a comprender.

¿Por qué yo?

Según Koizumi, los aliens, viajeros del tiempo y gente con poderes se están reuniendo alrededor de Haruhi porque ella deseaba que esto pasara.

¿Pero que pasa conmigo?

¿Por qué me he vito metido en este delirante desastre? Yo soy cien por cien un genuino ser humano normal y corriente. Nunca me he despertado de golpe con recuerdos de una extraña vida pasada. No he hecho nunca nada de importante que mereciera ser contado. No tengo ningún súper poder ni nada parecido. No soy más que un estudiante normal de instituto.

¿Quién ha escrito semejante guión?

¿O a lo mejor alguien me ha dado alguna extraña droga, y resulta que ahora estoy alucinando? ¿Tal vez sea todo una fantasía? ¿Quién esta detrás de todos esto?

¿Eres tú, Haruhi?

Sí, seguro.

Aunque no es de mi incumbencia.

¿Por qué tengo que preocuparme tanto por este asunto? Parece que todo es culpa de Haruhi. En ese caso, ella es la única quien debería de preocuparse por todo esto, no yo. No tengo ningún motivo por el que estar confuso para empezar. Ninguno. Ni uno en absoluto digo. Lo he decidido. Y respecto a Nagato, Koizumi y Asahina-san, si quieren seguir incordiándome con sus secretitos, ¿por qué no se lo dicen todo directamente a Haruhi? Le pase lo que le pase al mundo después es responsabilidad de Haruhi. No tiene nada que ver conmigo.

Haced lo que os dé la gana. Pero no me metáis a mi de por medio.

El inicio oficial del verano parece que está acelerando su llegada. Estaba subiendo la colina todo sudoroso, me saqué la chaqueta y me sequé el sudor antes de aflojarme la corbata y de desabrocharme lentamente los tres primeros botones de la camisa. Si ya hacia este calor por la mañana, ni me imagino como estaremos al mediodía. Mientras reflexionaba sobre lo desesperante que era realizar cada mañana esta especie de excursión, alguien me golpeó en el hombro. No me toques. Me das aún más calor. Me giré sólo para ver la sonriente cara de Taniguchi.

“¡Buenas!”

Taniguchi se puso a mi altura, también estaba sudando a mares. Se le veía bastante animado mientras hablaba de tonterías. “Vaya mierda. Tanto que me costó peinarme bien y ahora estoy todo sudado.”

“Taniguchi.”

Le interrumpí en cuando se puso a hablar de su perro, un tema que me la pelaba completamente, para hacerle la siguiente pregunta.

“Soy un estudiante normal de instituto, ¿verdad?”

“¿Huh?”

Taniguchi puso una forzada cara de diversión, como si acabara de escuchar un divertido chiste por primera vez.

“Define normal primero. Luego te lo diré.”

No debí de preguntarle a él.

“Era broma, era broma. ¿Que si eres normal me dices? Pues mira, no es muy normal tirarse contra una chica en el suelo de una clase vacía.”

Parece que aún se acuerda de eso, cosa bastante obvia.

“Pero yo también soy un tío. Tengo el suficiente conocimiento y orgullo como para no implorar que me expliques la historia. Pera ya sabes, ¿verdad?”

Ni idea.

"¿Cómo conseguiste acercarte tanto así de repente? Y con Yuki Nagato, una de tipo A según mi escala."

Es una A, vaya. Pero...

“Pues la verdad...”

Se lo expliqué. La historia que tenía Taniguchi en mente no era más que una ilusión, una fantasía, una historia ficticia. Nagato no es más que una desafortunada victima de cuando Haruhi invadió el cuarto de su club. Ella estaba desesperada porque no podía realizar las actividades del club de literatura, así que vino a mí en busca de ayuda. Quería preguntarme si había alguna manera de hacer que Haruhi se fuera del cuarto. Simpatizaba con la causa de la pobre chica así que sentí que tenía que ayudarla. Decidimos que teníamos que planear alguna tipo de medida en algún lugar donde Haruhi no nos pudiera encontrar. Así que se me ocurrió de encontrarnos en clase después de que Haruhi se hubiera ido. Entonces a Nagato le sobrevino su anemia crónica y se desmayó, yo enseguida me lancé para cogerla y que no cayera contra el suelo. Entonces es cuando entraste tú, Taniguchi. De acuerdo, ya que la verdad había salido a la luz, no se me ocurrió nada más que la típica excusa.

“Mentiroso.”

Inmediatamente descartada. Mierda. Creí que mi mezcla de realidad y ficción habría creado la historia perfecta.

“Incluso aunque me tragara tus bolas, el hecho que la antisocial Yuki Nagato viniese a ti a buscar ayuda ya te convierte en alguien poco normal.”

¿Nagato era tan popular, huh?

“Además, eres de la banda de Suzumiya. Si tú te consideras un estudiante normal, entonces yo soy tan normal como una pulga de agua.”

Supongo que no pierdo nada por preguntar.

"Oye Taniguchi. ¿Tú tienes poderes paranormales?"

“¿Heh?”

La cara de idiota que puso era de postal. Parece como si te acabaras de enterar de que tu hermosa novia acaba de unirse a una secta religiosa de esas peligrosas, Taniguchi.

“...Ya veo, al final te has quedado infectado por el virus de Suzumiya... No ha sido por mucho tiempo, pero ha sido un placer conocerte. Aléjate de mi o me contagiaras la suzumiyaria.”

Le di un golpe con el codo, y luego se empezó a reír a saco. Si el tiene poderes, entonces yo soy el secretario general de la ONU.

Mientras caminábamos por el patio de cemento que hay entre la entrada del instituto y el edificio principal, supongo que me sentí como agradecido. Al final pude olvidarme del calor por un momento.

Parece que ni siquiera Haruhi puede con este calor. Estaba estirada sobre su mesa mirando con indiferencia las montañas a lo lejos.

“Kyon, me estoy achicharrando.”

Claro, y yo también.

“Abanícame.”

“No voy a abanicar a nadie, solo a mi mismo. No tengo tanta energía como para ir gastándola contigo de buena mañana.”

Haruhi se quedo mirando al frente, como si nunca hubiera dicho todo eso de ayer.

“¿Qué es lo próximo que debería llevar Mikuru-chan?”

Después de conejita y criada lo siguiente tendría que ser... Espera, ¿pero aún hay más?

“¿Orejas de gato? ¿De enfermera? ¿O tal vez de reina?”

Me imaginé a la pequeña figura de Asahina-san vestida con las diferentes posibilidades, me sonrojé. Se me iba la cabeza. Es que es tan guapa.

Mientras pensaba en cual quedaría mejor, Haruhi estrecho las cejas, me miró fijamente, y jugueteó con el pelo de detrás de la oreja.

“Pervertido.”

Esa era la impresión que le daba. Pero si has sido tú quien has sacado el tema.

Bueno, puede que en el fondo tenga razón, así que tampoco puedo objetar nada. Se estaba abanicaba el pecho con una libreta.

“En serio, que aburrimiento.”

Los labios de Haruhi se curvaron creado una autentica ‘v’ al revés. Parecía un personaje de comic.

La infernal clase de gimnasia de la tarde que acabó siendo una barbacoa bajo la radiación del sol terminó al fin. No nos hagas correr durante dos horas, maldiciendo a Okabe-sensei de varias formas nos fuimos a la clase 1-6 para cambiarnos empapados de sudor. Luego volvimos a la 1-5.

Las chicas se fueron un poco antes por lo que ya estaban cambiadas, pero aunque la última hora se hacia en clase, algunos de los que estaban en clubs deportivos siguieron con la ropa de gimnasia. Por algún motivo, Haruhi, que no estaba apuntada a ningún club deportivo, también llevaba el uniforme de gimnasia.

“Porque hace calor.”

Ese era el por qué.

“Y que más da. Tengo que cambiarme igualmente cuando vaya al cuarto del club. Y esta semana me toca limpiar. Es mas fácil moverse vestida así.”

“Supongo que tiene sentido.”

Este podría ser el nuevo disfraz para Asahina-san. Aunque teóricamente no seria ningún disfraz. A pesar de no poder asegurar que realmente lo sea, al menos por ahora es una estudiante de bachillerato.

"¿Ya estas con tus fantasías de nuevo?"

Se quedó mirándome después de ese perturbadoramente acertado comentario.

Es como si pudiera leerme la mente.

“No hagas nada pervertido con Mikuru-chan hasta que yo venga.”

Me tragué el comentario “¿entonces sí puedo hacerlo si estas ahí?” y levante las palmas de las manos al aire como un forajido que está siendo apuntado por el sheriff en lun westerns.

Como de costumbre, esperé una respuesta a mi llamada antes de entrar en la habitación. Sentada en la silla como una muñeca de porcelana, la criada me dió la bienvenida con una sonrisa como un girasol en medio un prado verde.

Me reconfortó el alma al instante.

Nagato, pasando las hojas de su libro en su rincón, parecía como una camelia que había florecido en la estación errónea. Pues si, yo tampoco entiendo muy bien mis metáforas.

“Iré a preparar té.”

Asahina-san se ajustó su cinta del pelo antes de dirigirse a la mesa llena de trastos. Estaba colocando delicadamente las hojas de té en la tetera.

Estaba sentado en la silla de comandante mientras observaba a Asahina-san preparando el té cuando de golpe me vino una cosa a la cabeza.

Encendí el ordenador y esperé a que cargara el Sistema Operativo. Esperé que el icono del ratón cambiara del reloj de arena al puntero. Luego abrí el visor de imágenes gratuito e introduje la contraseña para la carpeta /Mikuru. Entiendo porque la sociedad para el estudio de la informática lloró tanto al darnos este ordenador. Las vistas en miniatura de las imágenes de Asahina-san en traje de sirvienta se cargaron al instante.

Mientras que con un ojo comprobaba que Asahina-san seguía preparando el té, abrí una de las imágenes e hice zoom.

Es la de cuando Haruhi la forzó a hacer la pose de leopardo. Mire a la parte superior de su amplio y expuesto escote. Había un puntito negro en su pecho izquierdo. Hice zoom de nuevo. La mancha quedaba algo borrosa, pero efectivamente tenia forma de estrella.

“Ya veo. Eso es a lo que se refería.”

“¿Qué es lo que acabas de descubrir?”

Cerré la ventana segundos antes de que dejará la taza de té sobre la mesa. Fui bastante meticuloso, así que cuando Asahina-san se quedó a mi lado mirando a la pantalla, ya no había nada que ver.

“¿Huh? ¿Qué es esto? ¿Qué es esta carpeta /Mikuru?”

Gah. Vaya pillada.

“¿Por qué tiene mi nombre? Venga, venga. ¿Qué tiene dentro? Enséñamelo, Enséñamelo.”

“Uh, no es más que, bueno... la verdad es que no lo sé. Seguro que no es nada importante. Sí, seguro que no es nada.”

“No me lo creo.”

Asahina-san intentó agarrar el ratón con una sonrisa de júbilo en su cara y seabalanzó sobre mi intentado llegar hasta mi mano derecha. Eso no va a pasar.

Aparte el ratón lo más que pude. La cara de Asahina estaba sobre mi hombro mientras que su suave cuerpo presionaba sobre mi espalda. Podía sentir el suave aliento en mi nuca.

“Uh, Asahina-san. Déjalo ya, venga…”

“Enséñamelo“

Sus pechos se incrustaban en mi espalda mientras se aferraba a mi hombro con su mano izquierda, al tiempo que con el brazo derecho intentaba alcanzar el ratón. Esta sensación tan agradable me está matando.

“¿Qué estáis haciendo?”

Una voz a -237ºC nos congeló a Asahina-san y a mi. Haruhi estaba de pie en su uniforme de gimnasia y con su bolsa colgando del hombro mirándonos como si acabara de pillar a su padre con otra.

Asahina-san reaccionó. Se apartó de mí dando unos pasos atrás con movimientos roboticos y con la falda con bolardos moviéndose ligeramente. Se dejó caer sobre una silla como un ASIMO al que se le han acabó las baterías.

Haruhi dejo ir un ‘Hmph’ antes de venir dando pistones hacia la mesa mientras me miraba.

“¿Así que te van las criadas, eh?”

“¿De qué estás hablando?”

“Voy a cambiarme.”

Pues adelante. Me relajé y di un sorbo al té que preparó Asahina.

“He dicho que voy a cambiarme.”

¿Y que pasa?

“¡Vete!”

Prácticamente fui echado a patadas hasta el pasillo. Luego me cerró la puerta en las narices.

“¿Qué le pasa ahora?”

Ni siquiera tuve tiempo de dejar la taza de té. Me escurrí la camisa empapada de té y me recosté contra la puerta.

¿Por qué noto que algo va mal? Hay algo que no me cuadraba.

“Oh, claro, ya lo tengo”

Haruhi no tiene ningún reparo en cambiarse en la clase, pero ahora le ha dado por sacarme fuera. Eso era lo que me estaba intrigando.

Oh bueno, ¿será que ya ha madurado y que ya adquirido un mínimo de vergüenza? La verdad es que no lo sé, ya que tenemos por costumbre que los chicos salgamos corriendo de clase justo antes de la clase de gimnasia. Y ahora que lo pienso, la persona que nos instauró este hábito, Asakura, ya no esta aquí.

Dejé la taza en el suelo y me senté con las piernas cruzadas.

Tras un rato, el ruido que venia del cuarto cesó sin que nadie me avisara para entrar. Me puse de pie y esperé diez minutos.

“Puedes entrar...”

Oí la débil voz de Asahina-san a través de la puerta. Asahina-san abrió la puerta por mi como una autentica criada, cuando entré vi a Haruhi, con pinta de estar aburrida con los codos apoyados sobre la mesa, y a sus largas y pálidas piernas. En su cabeza colgaban unas orejas de conejita. La familiar visión de ella en su traje de conejita.

Aunque no parecía que se había puesto en serio.

No llevaba ni el collar ni los puños. Sus piernas desnudas no estaban cubiertas por las medias de rejilla. Pero aun así las orejas de coneja estaban ahí arriba mientras Haruhi permanecía sentada con las piernas cruzadas.

“Así tengo los brazos y la espalda más fresquitos, pero este traje no transpira mucho.”

Haruhi dijo mientras sorbía su té. Nagato pasó otra página.

Rodeado por una conejita y una criada, no sabia ni como actuar en este momento. Me preguntaba cuanto ganaría si ofreciera a estas dos para un trabajo a media jornada para atraer clientes.

“Wuau, ¿Qué está pasando aquí?”

Ese era Koizumi, que hacía acto de presencia diciendo eso con un tono casi chillón mientras mantenía una sonrisa en la cara.

“¿Oh? ¿Qué había una fiesta de disfraces hoy? Lo siento, pero yo no me he preparado nada.”

No digas cosas que compliquen aún más la situación.

“Mikuru-chan, siéntate aquí.”

Haruhi señaló la silla metálica que tenía justo delante. Asahina-san estaba obviamente asustada mientras tímidamente se sentó en la silla con la espalda hacia Haruhi. Me preguntaba que estaba planeando Haruhi cuando cogió el pelo castaño de Asahina-san y empezó a entrelazarlo.

Si observaras únicamente esta escena, parecería la hermosa visión de la hermana mayor trenzando el pelo de su hermana menor, solo que Asahinasan tenia una cara tensa de miedo mientras que Haruhi estaba toda seria.

Seguramente solo quiera convertirla en una sirvienta con coletas.

Me giré hacia Koizumi, riendo entre dientes mientras observaba la escena, y le pregunté.

“¿Hace una partida de Othello?”

“Suena fantástico. Hace tiempo que no jugamos.”

Nos pasamos todo el rato siguiente en una feroz batalla entre blancas y negras (Koizumi dejaba bastante que desear para ser alguien capaz de convertirse en
una esfera de luz), mientras que Haruhi trenzaba y destrenzaba el pelo de Asahina-san, luego jugó haciéndole dos coletas, luego un moño (Asahina-san se estremecía cada vez que Haruhi la tocaba). Nagato estaba absorta en su lectura y no levantó la vista ni un segundo.

¿Por qué estamos todos aquí? Cada vez me resultaba más y más difícil de entender.

Sí. Ese día realizamos las actividades habituales de la Brigada SOS. Nada de aliens hablando de alguna distorsión en la información espacial. Nada de visitas del futuro. Nada de gigantes azules. Ninguna esfera roja brillante.

Nada en absoluto. No sabíamos que hacer. No sabíamos que teníamos que hacer. Simplemente dejamos que las agujas del reloj avanzaran mientras nosotros vivíamos una especie de vida escolar. El transcurso habitual en un mundo natural.

Cuando me sentía un poco disgustado porque no pasaba nada, siempre me decía a mi mismo “Oh bueno. Tengo mucho tiempo por delante.”, Y me dirigía hacia un nuevo día para repetir el proceso.

Era bastante divertido pensándolo bien. Nos juntábamos todos en este cuarto sin que tuviéramos ningún motivo. Podía ver a Asahina-san ocupada en sus tareas de criada. Podía ver a Nagato permanecer inmóvil como una estatua de buda. Podía ver a la inofensiva y perfecta sonrisa de Koizumi. Podía ver la cara de Haruhi con todos sus altos y bajos. Todas esas cosas y su leve esencia poco ordinaria. Y todo eso era parte de esta extraordinaria pero satisfactoria vida escolar que tenía. Y por lo menos eso de ser casi asesinado por una compañera de clase o encontrarse con un descomunal monstruo en un mundo gris e inhabitado, no sucedía muy a menudo. Aunque no sabia si considerarlos alucinaciones, hipnosis o sueños.

Sí que había estado resentido con Haruhi por haberme traído aquí y tratarme de esta manera, pero únicamente yo he tenido la fortuna de verme envuelto, de diversas formas, con un grupo de gente tan interesante. Por ahora, simplemente voy a dejar a un lado la cuestión de por qué yo he sido el único.

Puede que algún día otro humano normal se una a nosotros.

Es verdad. Quería que todo siguiese como estaba.

¿No estáis todos de acuerdo? Naturalmente.

Pero había alguien que no estaba de acuerdo.

Ya sabéis quien. Haruhi Suzumiya.

Una vez ya en casa, cené, me duché y empecé a estudiar algunas palabras cualquiera que podrían salir en clase de ingles mañana. En cuando terminé, el reloj me dijo que ya era hora de dormir. Estirado en la cama, examiné más a fondo la tapa del tocho de libro que me dejó Nagato, y al final acabé abriéndolo.

Era inesperadamente interesante, mientras seguía leyendo página tras página. Supongo que no se puede juzgar a un libro por su tapa. Leer era algo divertido.

Pero era demasiado largo para mi como para acabarlo en una noche, así que bajé el libro en cuando uno de los personajes acabó con una largo monologo.

Morfeo estaba ya empezando a reclamarme. Marqué la página en donde me quedé con el marcador con la nota que Nagato escribió y cerré el libro. Apagué las luces y me hundí entre las sabanas. Unos minutos después, ya estaba profundamente dormido.



Por curiosidad, ¿sabéis por qué sueña la gente? Durante el sueño se van alternando fases REM y no-REM. Las primeras horas de sueño son de sueño profundo y se pasa la mayor parte del tiempo en fase no-REM. El cerebro se pone en un estado muy inquieto durante esta etapa. Cuando el cuerpo está en reposo y el cerebro está medio activo, te encuentras en una fase REM. Es entonces cuando sueñas. A medida que se acerca la mañana, mayor es la frecuencia de las fases REM. Lo que significa que la mayoría de los sueños duran hasta casi el momento de despertarnos. Yo sueño cada noche, pero me
quedo en la cama hasta apurar el último segundo una vez despertado, luego tengo que prepararme frenéticamente para ir a la escuela y acabo olvidando lo que he soñado.

Aunque a veces me acuerdo de fragmentos de sueños de hace años. Sí, la mente humana es todavía un misterio por resolver.

Pero me estoy saliendo del tema. Nada de esto importa en verdad.

Alguien me estaba sacudiendo por la espalda. Que incordio. Estoy durmiendo. No me incordies mientras duermo tan a gusto.

“Kyon.”

Todavía no ha sonado el despertador. Aunque siempre lo apago enseguida en cuando suena. Así todavía tengo algo de tiempo hasta que mi madre envía a mi hermana para sacarme alegremente fuera de la cama.

“Despierta.”

No. Quiero dormir. No hay tiempo para dudosos sueños.

“¡Te he dicho que te despiertes!”

Las manos me agarraron del cuello y empezaron a sacudirme la cabeza. Cuando me di con la parte de atrás de la cabeza contra el duro suelo, finalmente me desperté.

¿...el duro suelo?

En seguida me incorporé. La cara de Haruhi, que estaba mirándome todo el rato, esquivó mi cabeza.

“¿Ya te has despertado?”

De rodillas a mi lado con su uniforme de marinera estaba Haruhi. Su pálida cara estaba llena de ansiedad.

“¿Sabes donde estamos?”

Claro. En la escuela .En la escuela a la que vamos, el instituto del norte. En el patio de cemento que hay entre la entrada principal y el vestíbulo con las taquillas para los zapatos. No había ni una sola luz encendida. De noche, el edificio de la escuela parecía una enorme silueta gris.

No.

Esto no era el cielo nocturno.

Sólo un extenso plano de color gris oscuro. Un cielo monocromático que emitía un tenue brillo. No había ni luna, ni estrellas, ni nubes. Un cielo gris que parecía una pared.

Una dimensión sellada.

Lentamente me levanté. No llevaba puesta mi camiseta que utilizo como pijama. En su lugar, iba vestido con mi uniforme del instituto.

“Creí que me había levantado, pero luego me encontré con que estaba en este sitio, y tú estabas estirado a mi lado. ¿Qué está pasando? ¿Por qué estamos en la escuela?”

Haruhi habló con una inusual voz suave. En lugar de responder, empecé a repasar con las manos mi cuerpo. El dolor de detrás de mi cabeza y el tacto de mi uniforme eran demasiado reales para ser un sueño. Estirarse del pelo dolía de verdad.

“Haruhi, ¿Somos los únicos que estamos aquí?”

“Sí. Recuerdo que estaba durmiendo en mi cama, ¿entonces como he acabado aquí? Y el cielo tiene una pinta extraña…”

“¿Has visto a Koizumi?”

“No... ¿Por qué?”

“No sé. Solo preguntaba.”

Si esto es esa bla bla bla dimensión sellada, entonces los gigantes de luz y Koizumi y sus colegas deben de estar por aquí.

“Por ahora, deberíamos salir de la escuela. Deberíamos ir a alguno sitio donde haya alguien.”

“No pareces muy sorprendido.”

Estoy sorprendido. Especialmente por el hecho de que tú estés aquí. ¿No era esto un patio de recreo para esos gigantes que creabas tú? ¿Es solo un sueño muy raro que estoy teniendo? Solo con Haruhi en la escuela vacía. Me pregunto que tendría que decir Freud sobre esto.

Mantuve una distancia razonable con Haruhi mientras cruzábamos la entrada cuando mi nariz chocó contra un muro invisible. Recordaba esa fría y húmeda textura. Podía forzar la superficie un poco, pero pronto se convertía en sólido muro. Había una pared invisible justo delante de la entrada de la escuela.

“¿Qué es esto?”

A medida que Haruhi empujaba con más fuerzas con ambas manos, sus ojos se abrían más. Caminé un poco más por las cercanías de la escuela para confirmar mis sospechas. Una imperceptible pared se extendía allá por donde tocase.

Como si nos estuviera encerrando dentro.

“No parece que podamos salir de aquí.”

No había ni una simple brisa. El aire estaba en calma total.

“Vamos a probar por la parte de atrás.”

“¿No deberíamos primero intentar ponernos en contacto con alguien? Si encontramos un teléfono antes. No llevo el móvil encima.

Si estamos en una dimensión sellada, según las explicaciones de Koizumi, un teléfono no nos servirá de nada, pero aún así entramos en el edificio principal del instituto. Debe de haber algún teléfono en secretaria.

No había ninguna luz encendida. Una escuela oscura y vacía da bastante miedo. Atravesamos el vestíbulo con las taquillas para los zapatos y nos dirigimos a secretaria. Naturalmente estaba cerrado, así que cogimos un extintor que había cerca y rompimos el cristal de la puerta para entrar.

“No parece funcionar.”

Haruhi me pasó el teléfono. Me lo puse a la oreja. No había ningún sonido. Probé apretando repetidamente el dial, pero no cambió nada.

Salimos de secretaría y empezamos a subir mientras íbamos encendiendo todas las luces de las clases. Nuestra clase, la 1-5, está en el último piso. Si miramos desde ahí, igual podemos ver que pasa alrededor. O eso es lo que dijo Haruhi.

Mientras andábamos por la escuela, Haruhi agarraba con fuerza la manga de mi chaqueta. No esperes mucho de mí. Yo no tengo ningún poder para hacer nada. Pero si estás asustada, cógete de mi brazo. Quedaría bien en esta situación.

“Idiota.”

Haruhi me miró con el ceño fruncido, pero sus dedos no se soltaron de la manga.

Nada parecía diferente en el aula 1-5. Estaba igual que cuando la dejamos. Las marcas de tiza borraras en la pizarra. La pared llena de chinchetas.

“Kyon, mira”

Dijo Haruhi después de correr hasta la ventana, luego se quedó en silencio. Me puse a su lado y miré hacia abajo, hacia el mundo que teníamos ante nosotros.

El grisáceo mundo se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Esta escuela está situada en la ladera de una montaña así que se puede ver la linea de la costa desde el cuarto piso. Mire 90 grados a la derecha, luego 90 grados a la izquierda. En ningún lugar se percibían señales de vida. Todas las casas estaban sumidas en la oscuridad. Ni siquiera las casas que tenían las cortinas corridas no emitían ni un solo rayo de luz del interior. Era como si hasta la última persona hubiera desaparecido del mundo.

“¿Dónde estamos...?”

No es que todo el mundo hubiera desparecido. Nosotros somos los que hemos desparecido. En este caso, seriamos como intrusos que se han colado en este mundo vació.

“Me da escalofríos.”

Dijo Haruhi mientras se frotaba los hombros.

No sabíamos a donde ir. Así que nos dirigimos al cuarto del club que justo habíamos dejado esta tarde. Habíamos birlado la llave de secretaria, así que no habrá problemas para entrar.

Bajo la luz de los fluorescentes, respiramos aliviados al volver a nuestro familiar cuartel general.

Encendí la radio, pero no se oían ni las interferencias. Con la ausencia de viento, el único sonido que se oía en la habitación era el del agua hirviendo en la tetera.

Ni siquiera me molesté en cambiar las hojas de té, por lo que no conseguiría más que un té muy diluido. Total, me lo voy a beber yo. Haruhi estaba medio en la penumbra, mirando al mundo gris de afuera.

“¿Quieres té?”

“No quiero nada.”

Me llevé mi taza de té y desplegué una silla metálica. Tomé un sorbo. El té de Asahina-san es cien veces mejor.

“¿Qué está pasando aquí? ¿Qué es todo esto? No lo comprendo. ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué hago yo en este lugar?”

Haruhi dijo todo esto sin darse la vuelta, mirando todo el rato por la ventana. De espaldas, parecía mucho más pequeña.

“¿Y porque solo estamos tú y yo?”

Que me cuelguen si lo sé. Su falda y su pelo se revolotearon en el aire al girase para mirarme con cara enfadada.

“Voy a investigar un poco,” dijo mientras se dirigía fuera de la habitación.

Empecé a levantarme.

“Tú quédate aquí. Vuelvo enseguida.”

Y después de decir eso, se fue de la habitación. Hmmm, supongo que es típico de ella. Mientras el eco de sus rápidos pasos se iba apagando a medida que se alejaba, yo seguía sorbiendo de mi insípido té. Luego finalmente apareció. Una pequeña esfera de luz roja. Al principio se veía del tamaño de una pelota de ping-pong. Luego, gradualmente fue haciéndose grande mientras flotaba como una luciérnaga antes de adoptar una forma humana.

“¿Koizumi?”

Aunque tuviera forma humana, la verdad es que no parecía un humano. No tenía nariz ni ojos ni boca. Solo era un muñeco rojo brillante.

“Muy buenas.”

Una optimista voz salió de la luz roja.

“Has tardado mucho. Esperaba que aparecieras en una forma más tangible...”

“A parte de eso, tengo que contarte unas cuantas cosas. No voy a andarme con rodeos. Para serte sincero, esta es una situación bastante anormal.”

La luz roja fluctuaba.

“Cuando se trata de una dimensión sellada normal, puedo entrar en ella sin ninguna dificultad. Sin embargo, esta vez no ha sido así. Sólo he podio aparecer con esta forma incompleta después de que mis compañeros me prestaran su poder. Y seguramente no pueda permanecer mucho tiempo. El poder que teníamos todos nosotros está empezando a desaparecer.”

“¿Qué está pasando? ¿Somos Haruhi y yo los únicos que estamos aquí?”

“Así es.” Respondió Koizumi.

“En otras palabras, lo que más temíamos ha empezado. Suzumiya-san al final se ha cansado de este mundo y ha decidido crear uno de nuevo.”

“...”

“Como resultado, nuestros superiores han entrado en estado de pánico. Nadie sabe que va a pasarle a este mundo una vez pierda a su Dios. Si Suzumiyasan se siente compasiva, puede que permita a este mundo seguir existiendo sin ningún cambio. Aunque también podría desaparecer en medio de la nada en el siguiente instante.”

“¿Por qué esto ha...?”

“Quien sabe.”

La luz roja titubeaba como una llama.

“En todo caso, tanto tú como Suzumiya habéis desaparecido completamente de nuestro mundo. Tampoco te encuentras en una dimensión sellada ordinaria. Es toda una nueva dimensión entera creada por Suzumiya. Puede que todas las dimensiones selladas que han aparecido hasta ahora fueran solamente pruebas para crear esta.”

Que chiste más bueno. Dime en que parte he de reírme. Ja. Ja. Ja.

“No es ninguna broma. Esto es muy serio. El mundo en el que te encuentras ahora posiblemente sea la manifestación más cercana del mundo que Haruhi desea. Aunque tampoco estamos muy seguros de que es lo ella quiere. Así que quién sabe lo que va a pasar.”

“Dejando eso a un lado, ¿por qué estoy yo aquí?”

“¿En serio no lo sabes? Tú has sido elegido por Suzumiya-san. La única persona del antiguo mundo que Suzumiya-san realmente quiere mantener a su lado. Creía que ya te habías dado cuenta de eso hace tiempo.”

La luz de Koizumi era tan tenue como la de una linterna a la que se le acababan las pilas.

“Parece que ya se me está acabando el tiempo. Tal como pintan las cosas, es posible que no volvamos a vernos de nuevo, pero supongo que eso me alivia un poco. Ya que no tendré que volver a cazar ‘Avatares’.”

“¿Tendré que quedarme a vivir en este mundo gris solo junto a Haruhi?”

“Adán y Eva. Si os reproducís lo suficiente, puede que funcione.”

“...muy gracioso.”

“Era broma. Debo asumir que esta nueva dimensión sólo existirá momentáneamente. Luego debería convertirse en un mundo que te sea más familiar. Sin embargo, seguramente no sea exactamente el mismo. Supongo que podría decirse que el mundo en que estas ahora es el mundo real, y el que has dejado atrás sería ahora una dimensión sellada. Es una lastima que no pueda llegar a ver las diferencias entre los dos mundos. Aunque bueno, sí resulta que yo también aparezco en ese mundo, hazme el favor de buscarme.”

Koizumi estaba volviendo a ser como una pelota de ping pong. Su forma humana se deshizo y brillaba como una estrella lejana.

“¿No podemos volver a nuestro antiguo mundo?”

“Si Suzumiya-san así lo desea, tal vez sí. Aunque las posibilidades son bajas. Por mi parte, me habría gustado permanecer más tiempo junto a ti y Suzumiyasan, así que lamento como han acabado las cosas. Ha sido divertido formar parte de la Brigada SOS… Ah, es verdad. Me olvidaba de darte unos mensajes de parte de Mikuru Asahina y de Yuki Nagato.”

Koizumi dejo ir estas palabras antes de desaparecer por completo.

“Mikuru Asahina quería disculparse. ‘Lo siento. Todo es por mi culpa.’ Yuki Nagato dijo ‘Enciende el ordenador.’ Bueno, ahora si que me voy.”

El final fue bastante repentino. Como si soplara una vela.

Pensé en el mensaje de Asahina-san. ¿Por qué se disculpaba? ¿Qué había hecho Asahina-san? Decidí que ya pensaría más tarde en eso y encendí el ordenador tal como indicaba el segundo mensaje. Después de que el disco duro hiciera los típicos ruido al arrancar, apareció el logo del Sistema Operativo... solo que no apareció. La pantalla del Sistema Operativo, que debería haber aparecido al cabo de unos segundos, no apareció. El monitor permanecía negro. Sólo había un cursor parpadeando en el corner superior izquierdo. El cursor empezó a desplazarse silenciosamente mientras escribía
un corto mensaje.

YUKI.N>
¿Puedes ver esto?


Tras un corto momento de desconcierto, me acerqué el teclado. Mis dedos empezaron a escribir.
« Sí. »

YUKI.N>
Todavía no se han cortado todas las conexiones con tu dimensión espacio-temporal. Pero es solo cuestión de tiempo. La conexión se perderá en seguida. Eso supondrá el fin.


« ¿Qué puedo hacer? »

YUKI.N>
No se puede hacer nada. La emisión de información anormal ha cesado completamente en este mundo. La Entidad para la Integración de la Información esta desesperada. La posibilidad para la autoevolución se ha perdido.


« ¿Qué es exactamente esa posibilidad de autoevolución de la que hablas? ¿Qué parte de Haruhi se puede considerar evolucionada? »

YUKI.N>
Un alto nivel de inteligencia se reconoce por la velocidad y precisión para procesar información. La inteligencia de las formas de vida orgánica tienen unas limitadas capacidades para procesar información debido a los errores y al ruido en la información percibida por sus cuerpos físicos. Como consecuencia, cuando alcanzan un cierto nivel, la evolución se detiene.


« ¿Entonces el problema son nuestros cuerpos físicos? »

YUKI.N>
La Entidad para la Integración de la Información fue creada a partir de la información para empezar. Se creía que su capacidad para procesar información crecería infinitamente hasta que el universo colapsara. Pero estaban equivocados. Al igual que el universo tiene sus límites, la evolución tiene también límites. Al menos, mientras sigan como entidades incorpóreas de información.


« ¿Y Suzumiya? »

YUKI.N>
Haruhi Suzumiya posee la habilidad de crear información de la nada. Una habilidad que la Entidad para la Integración de la Información no posee.

Un humano, una simple forma de vida orgánica, está creando más información de la que podrá procesar en toda su vida. Si conseguimos analizar esa habilidad para crear información, podríamos encontrar una pista que nos llevara a la autoevolución, o eso es lo que creíamos.


El cursor parpadeó. Noté como si dudara antes de que las letras apareciesen de nuevo.

YUKI.N>
Cuento contigo.


« ¿Para qué? »

YUKI.N>
Deseamos que vuelvas a este mundo. Haruhi Suzumiya es un sujeto de vital importancia. Una importante existencia que puede que no vuelva a nacer en este universo nunca más. Y yo personalmente deseó que vuelvas.


Las letras se estaban desvaneciendo. El débil cursor lentamente produció más letras.

YUKI.N>
Me gustaría que pudiéramos volver a la biblioteca.


El monitor se volvió negro. Incrementar el brillo no hacia nada. Las últimas palabras de Nagato fueron fugaces.

YUKI.N>
Bella Durmiente.


El fuerte ruido del disco duro leyendo información me dio un sobresalto. Los leds de la carcasa se encendieron y el monitor mostró la familiar pantalla del Sistema Operativo. El zumbido del ventilador del ordenador era el único ruido de este mundo.

“¿Qué es lo que me estás diciendo que haga, Nagato? ¿Koizumi?”

Dejé ir un profundo suspiro y de casualidad, justo de casualidad, miré por la ventana.

El marco de la ventana estaba cubierto por una luz azul.

Un gigante de luz se encontraba en el patio. De cerca, parecía como un muro azul.

Haruhi entró en la habitación.

“¡Kyon! ¡Hay algo aquí afuera!”

Haruhi vino corriendo hacia mí, de pie frente a la ventana, parándose justo a mi lado.

“¿Qué es eso? Es enorme. ¿Un monstruo? No es ninguna ilusión, ¿verdad?”

Parecía excitada. Como si su anterior tristeza nunca hubiera existido. Sus ojos brillaban sin la menor muestra de temor.

“Puede que sea un alíen. ¡O el despertar de una súper arma desarrollada por una civilización antigua! ¿Era esto lo que no nos deja salir de la escuela?”


“Hey Kyon, ¿qué es ese gigante?”

El muro azul se movió. Me vino a la mente fragmentos de las escenas de edificios derrumbándose. Inmediatamente agarre de la mano a Haruhi y salí corriendo del cuarto.

“Wwha-- ¡H-hey! ¿Qué estás haciendo?”

Prácticamente salimos disparados hacía el pasillo. Al mismo tiempo, un gran rugido vibró por todo el aire. Arrojé a Haruhi contra el suelo y la cubrí con mi propio cuerpo. Todo el edificio de los clubs se agitó violentamente. Podía oír el ruido de enormes y duros objetos cayendo al suelo más allá del pasillo. A juzgar por el ruido, el gigante no parece haber golpeado contra el edificio de los clubs. Debe de haber sido el edificio de al lado.

Agarré la mano de Haruhi y la empujé hacia arriba mientras ella balbuceaba. Luego seguimos corriendo. Sorprendentemente, Haruhi me siguió sin quejarse de nada.

¿Era mi mano la que estaba sudando? ¿O era la de Haruhi?

El olor a polvo del viejo edificio de los clubs despareció. Mientras corría lo más rápido posible hacia las escaleras, oí un segundo impacto.

Corrimos por las escaleras hacia abajo. Podía notar el calor del cuerpo de Haruhi a través de su mano. Salimos atravesando el patio y bajamos por la pendiente que da a la pista de atletismo. Después de echar una mirada, la cercana cara de Haruhi parecía, debo de estar equivocado, como feliz. Como un niño en la mañana de navidad al encontrarse todos los regalos que quería al lado de su cama.


Seguimos corriendo para mantener una cierta distancia entre nosotros y el edificio. Cuando miré hacia arriba, me di cuenta de lo verdaderamente enorme que era el gigante. El que vi cuando estaba con Koizumi también era del tamaño de un rascacielos.

El gigante levanto su brazo y hundió su puño en el edificio de la escuela. El golpe partió la débil estructura de cuatro pisos, y el edificio se vino abajo sin dificultad. Los cascotes caían por todas partes provocando un ruido ensordecedor.

Nos paramos al llegar al centro del circuito de los doscientos metros. Un gigantesco humanoide azul se irguió destacando notablemente con el monótono lienzo gris.

Estaba pensando en que esto sí era algo a lo que Haruhi debería tomar fotos.

No pongas fotos del presidente de la Asociación de informática agarrando las tetas de Asahina-san, y menos aún fotos de ella disfrazada. Esta escena si que deberías ponerla en la pagina de inicio de la web.

Mientras pensaba en esto, el sonido de Haruhi hablando aceleradamente llegó a mi oreja.

“Dime, ¿a ti te parece que nos esté atacando? Yo no creo que sea algo malo. Tengo esta corazonada.”

“No lo sé.”

Mientras respondía pensaba en la explicación que Koizumi me dio al entrar en aquella dimensión sellada. Si dejamos al ‘Avatar’ que vaya destruyéndolo todo sin hacer nada al respecto, el mundo al final acabará siendo remplazado. Y este mundo gris tomará el lugar de nuestro mundo real. Y entonces...

¿Qué pasa entonces?

Según Koizumi, parece que Haruhi está creando un nuevo mundo. ¿Estarán la Asahina-san y la Nagato que yo conozco en él? ¿O será un mundo en donde lo anormal será lo normal, donde podras ver ‘avatares’ por ahí sueltos y a los aliens, viajeros del tiempo y personas con poderes andar por la calle con total normalidad?

Si esto es lo que va a ocurrir, ¿Qué papel jugaría yo en ese mundo?

No tiene ningún sentido pensar en ello. Ya que no tengo la más mínima idea. No tengo ni idea de en qué está pensando Haruhi. No soy ningún maestro de leer el pensamiento.

No tengo ninguna clase de poder especial.

Mientras permanecía de pie pensando profundamente, la animada voz de Haruhi resonó por mis oídos.

“En serio, ¿que es todo esto? ¿Qué es este extraño mundo y este gigante?”

Parece ser que los has creado tú. Tanto este mundo como esa cosa. De todos modos, lo que yo quiero preguntar es por qué yo me he visto arrastrado hasta aquí. ¿Adán y Eva dijiste? Eso es absurdo. No voy a aceptar un desarrollo de los acontecimientos tan estereotipado. Las ganas.

“¿No quieres volver a nuestro mundo?”

Cuando lo dije sonaba como si estuviera leyendo de un guión.

“¿Huh?”

Los brillantes ojos de Haruhi parecieron apagarse. Me giré hacia su rostro todavía perfectamente pálido en este mundo gris.

“No podemos quedarnos en este mundo para siempre. No parece que haya ningún sitio para comer cuando tengamos hambre. Seguramente no haya ninguna tienda abierta. Y si esa pared invisible se extiende por todo el instituto, no podremos salir. Al final acabaremos muriéndonos aquí.”

“Hmmm, no sé. Es bastante curioso, pero no estoy en absoluto preocupada por nada de eso. Tengo el presentimiento de que conseguiremos salir adelante. Sé que hay algo que no anda bien, pero es solo que no lo sé. Ahora mismo lo estoy pasando bien.”

“¿Y que pasa con la Brigada SOS? Es el club que tú creaste. ¿Simplemente vas a enterrarlo?”

“Eso ya no importa ahora. Después de todo, ya estoy viviendo una experiencia divertida ahora mismo. Ya no hay necesidad de ir a buscar ningún misterio.”

“Yo quiero volver.”

El gigante dejó de desmantelar el edificio.

“Encontré algo especial después de estar metido en todas esas situaciones. Puede que me esté quejando todo el tiempo, pero en realidad me gustaba mi vida como estaba. Incluyendo al idiota de Taniguchi y Kunikida. Koizumi, Nagato y Asahina-san. Hasta puedes incluir a la desaparecida Asakura.”

“¿..., De qué estás hablando?”

“Quiero verlos de nuevo. Siento como si todavía tuviera un montón de cosas que hacer junto a ellos.”

Haruhi alzó levemente la vista.

“Estoy segura de que los veremos. Este mundo no estará cubierto por la oscuridad para siempre. El sol saldrá pronto. Estoy segura.”

“No es esto a lo que me refería. No me refería a este mundo. Quiero verlos a ellos tal como eran en nuestro antiguo mundo.”

“No te entiendo.”

Haruhi hizo cara de reproche mientras me dirigía su mirada. Tenía esa extraña expresión medio odió, medio tristeza, como la de una niña a la que le han cogido su regalo.

“¿No estabas harto de ese mundo aburrido? ¿De ese mundo ordinario en el que no pasaba nunca nada especial? ¿No querías que pasara algo interesante de verdad?”

“Sí, es verdad que lo deseaba.”

El gigante empezó a caminar. Pasó por encima de las ruinas del edificio derruido y avanzó hacia el patio. Destruyo de un golpe de karate el pasadizo que conectaba dos edificios y asestó un golpe de puño al edificio de los clubs.

El instituto estaba siendo demolido. Al igual que el cuarto de nuestro club.

Miré por encima de la cabeza de Haruhi para observar un muro azul que estaba en una dirección diferente a la del otro gigante. Uno, dos, tres…. Dejé de contar cuando llegué a cinco.

Los gigantes de luz, sin ninguna luz roja que los acechara, empezaron a destruir el grisáceo mundo como les apetecía. Supongo que será cosa mía, pero parecía como si se divirtiesen. Cada vez que agitaban sus extremidades el paisaje cambiaba, como si lo estuvieran remoledando.

Medio instituto ya había desaparecido.

No soy capaz de decir si esta dimensión sellada se está extendiendo, y no sé nada sobre cuanto se ha de expandir para que este espació acabe siendo la nueva realidad. Simplemente, solo sé como estoy ahora. Y justo ahora, si un viejo borracho que estuviese sentado a mi lado en el tren me dijera “no se lo digas a nadie, pero yo soy un alíen.” Seguramente le creería. En estos momentos tengo acumulado tres veces más de experiencia que hace un mes.

¿Que puedo hacer? Hace un mes habría sido imposible, pero ahora, ahora puedo hacerlo.

Incluso me han dado algunas pistas.

Al fin me decidí y dije.

“Veras Haruhi. Durante los últimos días he pasado por varias experiencias realmente interesantes. Tú seguramente no le sepas, pero en realidad hay diferentes grupos de gente interesados en ti. Se podría decir que el mundo gira a tu alrededor. Todo el mundo te considera como alguien especial y actúan en consecuencia. Tú no lo sabías, pero el mundo se movía en una dirección muy interesante.”

Agarré a Haruhi del hombro en cuanto me di cuenta de que aún la estaba cogiendo de la mano. Haruhi parecía como si pensara que me he tomado algo raro.

Inconscientemente, Haruhi evito mi mirada y se fijó en el gigante que estaba destruyendo la escuela como si fuera la cosa más normal del mundo.

Mientras observaba su cara de perfil, me di cuenta por primera vez de la suavidad de sus curvas que marcaban las facciones propias de una chica de su edad. Nagato dijo que era “el potencial para la autoevolución”, Según Asahinasan, ella era “una falla temporal” .Koizumi la trataba de “Dios.” ¿Pero que pasa conmigo? ¿Qué significa Haruhi Suzumiya para mí?

Haruhi es Haruhi y nadie más. No, no voy a utilizar semejante tautología para evitar la cuestión. Pero no parece que tenga una respuesta clara. ¿No es eso natural? Si alguien señalara a la compañera de clase que se sienta justo detrás de ti y preguntara “¿Qué significa ella para ti?”…No, lo siento. Supongo que aún sigo esquivando la pregunta. Haruhi no es solamente una compañera de clase para mi. Y desde luego que no es “el potencial para la autoevolución”, ni “una falla temporal” y ni mucho menos “Dios”. De ninguna de las maneras.

El gigante se giró hacía la pista de atletismo. No tenía cara ni ojos, pero aún así puede sentir como si nos mirase. Empezó a andar. Con cada paso avanzaba varios metros. A pesar de sus torpes movimientos, su figura se aproximaba hacia nosotros.

Piensa. ¿Qué es lo que dijo Asahina-san? Su advertencia. Y el mensaje final de Nagato. Blanca nieves. La bella durmiente. Incluso yo sé a que se refiere con lo de bella durmiente. ¿Qué tienen en común las dos? La respuesta aparece claramente si te encuentras en nuestra situación actual. Tan típico. Demasiado típico Asahina-san. Y Nagato también. No voy a aceptar que las cosas sucedan así. De ninguna manera.

O eso es en lo que insistía mi racionalidad. Pero los humanos no somos criaturas racionales. Nagato tal vez lo llamara “ruido”.Dejé ir la mano de Haruhi, la cogí por los hombros en su uniforme de marinera, y la acerqué hacia mi.

“¿Qué estás...?”

“La verdad es que me gustan las coletas.”

“¿Qué?”

“Esa coleta que llevaste una vez, que era tan perfecta mirases como la mirases, era criminal.”

“¿Eres retrasado o que?”

Sus ojos negros parecían rechazarme.

Mientras Haruhi alzaba la voz como protesta, yo apreté mis labios contra los suyos. Es costumbre cerrar los ojos cuando se da un beso, así que lo hice. Por eso no vi cual fue la expresión que Haruhi mostraba en su cara.

Tal vez sus ojos estaban abiertos de par en par por la sorpresa. Tal vez sus ojos
estuviesen cerrados como los míos. Tal vez tuviera su mano levantada para abofetearme.

Pero aunque me abofetee no me importa, porque lo estoy apostando todo en esto.

Cualquiera que estuviese en mi misma situación con Haruhi sentiría lo mismo. Le
agarré la mano y la sujeté con más fuerza del hombro. Todavía no voy dejar que te vayas.

Pude sentir varios rugidos en la distancia.

Los gigantes seguramente estén golpeando y pateando la escuela de nuevo. Pero al
segundo siguiente, una sensación de ingravidez me hizo perder el equilibrio, y me caí sintiendo un fuerte dolor en mi costado izquierdo. Estaba pensando en que mi acción tampoco era merecedora de una llave de judo como respuesta, pero cuando abrí mis ojos, me quede helado al ver un techo muy familiar.

Estoy en mi habitación. Mi habitación. Miré hacia un lado para encontrarme con mi cama y descubrir que me había caído al suelo. Naturalmente, llevaba puesto mi camiseta. La mitad de mi desparramada manta estaba en el suelo también.

Tenía el brazo por detrás de la espalda y la boca abierta como un idiota.

Estuve un rato así hasta que recuperé los sentidos.

Me levanté aún medio dormido y corrí las cortinas para mirar afuera. Puede ver una par de estrellas y las farolas iluminado las calles. En cuando confirmé haber visto una tenue luz proveniente del interior de una de las casa, empecé a caminar en círculos por mi cuarto.

¿Un sueño? ¿Ha sido un sueño?

Encerrado en un mundo desértico solo con una chica a la que conozco para acabar besándola. Freud pasaría un día entretenido con esto. ¿En serio he tenido un sueño con una lectura tan simple?

Gah, ¡Tengo ganas de colgarme ahora mismo!

Supongo que tengo que agradecer que en Japón se eliminara el derecho a llevar armas. Si una pistola automática estuviera a mi alcance, me habría pegado un tiro en la cabeza sin dudarlo. Si hubiera sido Asahina-san, habría sido como realizar mi verdadero deseo en sueños. Pero tenía que ser Haruhi de entre toda la gente. ¿En que diablos estaba pensando mi subconsciente?

Me senté agotado en la cama y estiré los brazos por encima de la cabeza. Si eso fue un sueño, ha sido el más realista que he tenido nunca. Mi mano derecha estaba llena de sudor, y todavía puedo sentir esa calidad sensación en mis dedos.

...O, puede que este ya no sea el mismo mundo de siempre. Puede que sea el nuevo mundo creado por Haruhi. Si este fuera el caso, ¿cómo podría saberlo? No. No se me ocurre nada. De todos modos, ahora no tenga ganas de pensar en eso. Y si voy a tener que aceptar que mi mente es capaz de inventarse semejante entupido sueño, prefiero pensar que el mundo ha sido destruido.

Como me encantaría desahogarme con alguien justo ahora.

Cogí el despertador y miré la hora. 2:30 de la mañana.

Me voy a dormir.

Me cubrí con las sabanas hasta la cabeza e intenté obligar a mí petrificado cerebro a que se durmiera.



Al final no pude dormir nada.

Por eso ahora estaba subiendo la colina con este humor de perros.

Francamente, esto es horrible. El único consuelo que tengo es que no me he encontrado con Taniguchi y así no tendré que oír sus tonterías. El radiante sol tenía puesto su reactor de fusión nuclear a toda potencia. Ya podría tomárselo con más calma.

Los duendes del sueño que antes pasaron de mi cuando los necesitaba, ahora estaban dando vueltas por mi cabeza. Dudo mucho de que me entere de algo de lo que se explique en la primera clase.

En cuando el instituto estaba a la vista, me detuve, contemplando abstraído el viejo edificio de cuatro plantas. La puerta de entrada, el edificio de los club, las pasarelas, todo hervía lleno de estudiantes, igual que un hormiguero, todo seguía ahí. Subí por las escaleras hasta llegar a la familiar clase1-5. Me paré a tres pasos de la puerta abierta.

Ahí, sentada en la última mesa al lado de la ventana, podía ver la parte de atrás de su cabeza. ¿Cómo estaba? Haruhi tenía la barbilla apoyado sobre las manos mientras miraba por la ventana.


Por detrás, pude ver una pequeña cola que sobresalía de su cabeza. ¿Eso es una coleta? Todavía tienes el pelo demasiado corto, así que simplemente te has atado un mechón de pelo, ¿verdad?

“Buenas. ¿Que tal va?”

Dejé caer mi bolsa sobre mi mesa.

“Me siento miserable. Tuve una pesadilla esta noche.”

Haruhi contestó con tono insípido. Bueno, no es precisamente una coincidencia

“Al final no pude dormir nada. Nunca había tenido tantas ganas de pasar de la escuela como hoy.”

“Oh, ¿En serio?”

Me senté en la silla y miré el rostro de Haruhi. Mechones de pelo le caían por encima de la cara, así que no pude distinguir muy bien que expresión tenía. Aunque eso sí, seguro que no estaba de buen humor. O al menos, eso era lo que decía su cara.

“Haruhi.”

“¿Qué?”

Al ver que Haruhi seguía con la mirada perdida por la ventana, le dije.

“Te queda bien.”

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