Como nuestro club no tenía muchas actividades, me traje el juego de Othello de casa y ahora me encontraba jugando con Asahina-san mientras charlábamos.
Estaba bien que tuviésemos página Web, pero al ver como el contador de visitas apenas subía, y que no habíamos recibido ningún e-mail, resultaba bastante inútil. El ordenador lo utilizábamos ahora únicamente para navegar por Internet. Si se enterasen, los del club de informática se pondrían a llorar hasta deshidratarse.
Yuki Nagato seguía leyendo silenciosamente mientras que Asahina-san y yo empezábamos nuestra tercera partida.
“Parece que Suzumiya-san llega tarde.”
Murmuro Asahina-san mientras miraba al tablero.
Por su expresión no parecía estar muy abatida. Era un consuelo. Considerándolo bien, estar en la misma habitación que una guapa estudiante de un curso superior era suficiente para que mi corazón palpitara de felicidad.
“Hoy han transferido a un nuevo estudiante. Seguramente haya ido a reclutarlo.”
“¿Un estudiante transferido…?”
Asahina-san inclinó la cabeza como un polluelo.
“Transfirieron a un chico a la clase 1-9. Haruhi estaba contentísima. Deben gustarle mucho los estudiantes transferidos.”
Puse una ficha negra, giré una ficha blanca.
“¿Hmmm…?
“En todo caso, Asahina-san, estoy sorprendido de que te hayas atrevido a volver a esta habitación.”
“Mmmm… estuve un poco indecisa, pero sigo teniendo curiosidad.”
¿No dijiste algo parecido anteriormente?
“¿Sobre qué tienes curiosidad?”
“Mmm…. No, nada.”
De repente noté algo cerca de mí, y al volverme me encontré a Nagato. Su cara parecía la de una muñeca china, como de costumbre, pero por primera vez, pude ver en sus ojos un tenue brillo tras los cristales de sus gafas.
“...”
Su mirada me recordaba a la de un gatito que veía por primera vez a un perro. Sus ojos seguían insistentemente cada movimiento de mis dedos mientras me dedicaba a colocar y girar fichas.
“¿Quieres ocupar mi sitio, Nagato?”
Mi pregunta tuvo como respuesta un robótico parpadeo de sus ojos y un movimiento de afirmación de su cabeza tan sutil que uno se tenía que fijar con detenimiento para percatarse de ello. Intercambié mi posición con la de Nagato, que se sentó frente a Asahina-san.
Nagato cogió una ficha de Othello con un par de dedos y la examinó de cerca. Luego, como asustada por la repentina adhesión de la ficha al tablero magnético, retiró su mano.
“Nagato, ¿Has jugado al Othello alguna vez?”
Ligeramente meneó la cabeza de izquierda a derecha.
“¿Conoce las reglas?”
Negativo.
“Bueno, veras. Tú eres las negras así que tienes que ir colocando fichas negras para rodear las blancas. Cuando rodeas fichas blancas se vuelven negras. Quien tenga mas fichas al final gana.”
Afirmativo. Nagato iba colocando sus fichas elegantemente, y a continuación iba volteando torpemente las fichas de su adversaria. Asahina-san, ante su nuevo contrincante, empezó a actuar de forma extraña.
Parecía como si sus dedos temblaran, y evitaba alzar la vista. Y sobretodo, empezó a echar rápidos vistazos a Nagato para enseguida desviar la mirada.
Es como si ni siquiera estuviera pendiente del juego. Las negras se expandían rápidamente por el tablero.
¿Qué pasa? Asahina-san parecía sentirse como abrumada por la presencia de Nagato. Ni idea de por qué.
La partida acabó enseguida con una apabullante victoria de las negras, y justo cuando estaban apunto de empezar la siguiente partida, la fuente de todos nuestros problemas apareció con un nuevo sacrificio humano.
“Hey. ¡Siento la espera!”
Eso debía ser un fallido intento de lo que Haruhi consideraba ser un saludo. Estaba agarrando firmemente la manga de la chaqueta de un chico de primer año.
“¡El inmediatamente imprescindible estudiante transferido que llegó hoy a la clase 1-9! Su nombre es...”
Se calló entonces en ese punto mirando directamente hacía atrás sugiriendo que debía ser él el que terminara. El cautivo estudiante sonrió levemente y se giró hacia nosotros tres.
“Itsuki Koizumi... encantado de conoceros.”
Un chico delgado con pinta de tener la energía de un atleta. Una discreta sonrisa. Ojos amables. Era suficientemente guapo como para que si le sacaras una foto en cualquier pose y la pusieras en uno de esos panfletos de supermercado, enseguida atraería a un sólido grupo de fans incondicionales.
Seguramente se vuelva muy popular si además resulta tener buen carácter.
“Esta es la Brigada SOS. Yo soy la comandante de la brigada, Haruhi Suzumiya, estos tres son los miembros #1, #2 y #3. Y desde ahora, tú serás el #4. ¡Espero que os llevéis todos bien!”
Si esta es tú idea de presentación, entonces casi mejor que no nos introduzcas uno por uno. Lo único que has dejado claro es tú nombre y el del estudiante trasferido.
“No tengo ningún inconveniente en unirme.”
El estudiante trasferido, Itsuki Koizumi, hablaba mientras mantenía una forzada sonrisa.
“¿Pero a que se dedica este club?”
Si coges a cien personas diferentes y las pones en esta situación, las cien personas diferentes harán la misma pregunta. La respuesta a la pregunta que varias personas han formulado ya, sigue huyendo de mí insistentemente.
Aunque consiguieras encontrar a alguien capaz de resolver el último teorema de Fermat, ni tan solo él sería capaz de responder a esa pregunta. Si alguien fuera capaz de explicar algo de lo que no tiene ni idea, sin duda alguna se trataría de un buen farsante. Sin embargo, en ningún momento Haruhi perdió la compostura. De hecho, incluso mostraba una confidente sonrisa mientras nos miraba uno por uno antes de decir.
“Os voy a contar cuales son las actividades de la Brigada SOS. ¡Estad atentos!”
Hizo una profunda inspiración. ¿Es que intenta ser dramática o trata de ganar tiempo mientras piensa en algo? Sea como sea, Haruhi se dispuso a decir la impactante verdad.
“¡Encontrar aliens, viajeros del tiempo y gente con poderes para divertirnos todos juntos!”
Puede sentir como si todo el mundo de repente frenara en seco. O no. Mi reacción fue más bien del lado de “ya me lo imaginaba”. Pero no se podía decir lo mismo de las tres personas restantes de la habitación.
Asahina-san estaba completamente petrificada. Sus ojos y su boca dibujaban tres perfectos círculos mientras permanecía helada, observando la alegre sonrisa de Haruhi. Yuki Nagato también esta paralizada. Se encontraba quieta con su cabeza enfocada hacia Haruhi, como si se le hubieran acabado las pilas... Me dio la impresión de que sus ojos estaban más abiertos, solo un poco más, lo cual era bastante inesperado. Creo que incluso la chica no-tengoemociones estaba sorprendida. Por ultimo Itsuki Koizumi. Estaba ahí de pie con una expresión que podría ser interpretada como una sonrisa, una mueca burlona o simple sorpresa. Él fue el primero en recuperarse.
“Ah, ya veo.”
Sonaba como si lo acabara de comprender. Tras intercambiar miraras con Asahina-san y Yuki Nagato. Asintió con la cabeza con expresión de haber entendido algo.
“Justo lo que cabía esperar de Suzumiya-san.”
Anuncio entonces algo incomprensible.
“Muy bien, entonces tendré que unirme. Espero llevarme bien con todos vosotros.”
Sonrió, mostrando sus dientes blancos.
¿Mande? ¿Pero vas a aceptar esa explicación? ¿Estabas escuchando al menos?
Mientras me quedaba pensando, se acercó y me extendió su mano.
“Soy Koizumi. Como me acaban de transferir a aquí, seguro que tengo mucho que aprender de ti.”
Le di la mano como respuesta a su educada presentación.
“Sí, yo soy... “
“Él es Kyon.”
Haruhi, con una total falta de interés, me presentó y luego siguió. “Esta tan mona es Mikuru-chan y la gafotas es Yuki.” Después de señalar a esas dos, se mostró completamente satisfecha de si misma.
Pumb.
Se oyó un ruido sordo. Era el ruido de Asahina-san al golpearse con la frente en el tablero de Othello al tratar repentinamente de levantarse y tropezar con la silla.
“¿Estas bien?”
Asahina-san reaccionó a la amabilidad de Koizumi sacudiendo la cabeza como una muñeca cabezona y miró al estudiante transferido con ojos deslumbrantes Joder, no me gusta nada esa expresión que tiene.
“...Sí.”
Tras contestar, Asahina-san, con una voz que parecía la de un mosquito, miro tímidamente a Koizumi.
“Aquí lo tienes. ¡Ya tenemos los cinco miembros, así que ahora el instituto no podrá quejarse de nada!”
Creo que Haruhi estaba diciendo algo.
“¡Muy bien, Brigada SOS! ¡Es hora de desvelarnos ante el mundo! ¡Todos! ¡Juntémonos en una sola unidad y demos lo mejor de nosotros!”
¿Qué quieres decir con lo de desvelarnos?
Cuando me giré, vi que Nagato había vuelto a su habitual posición y que empezaba la lectura de un nuevo tocho ¿Ya sabes que has sido arbitrariamente incluida como miembro de este club? ¿Te parece bien eso?
Haruhi se marchó con Koizumi diciendo que quería darle una vuelta para enseñarle el instituto, y Asahina-san se fue porque tenía cosas que hacer, así que solo quedábamos Nagato y yo.
Estoy seguro de que no habría ganas de Othello ahora, y no es nada divertido ver a Nagato leer, por lo que opté por marcharme a casa. Me colgué la cartera del hombre. Luego le dije a Nagato.
“Hasta luego.”
“¿Te has leído ya el libro?”
Me paré al instante. Los negros ojos de Nagato estaban fijados justo sobre mí. El libro. ¿Te refieres a ese libro extranjero tan gordo?
“Sí.”
“No, todavía no… ¿quieres que te lo devuelva?”
“No es necesario.”
Nagato nunca desperdicia ni una sola palabra. Con una frase corta tiene suficiente.
“Léelo hoy.”
En realidad sonaba como si no le importara del todo.
“Nada más llegar a casa.”
Aunque pareciera no importarle ahora sonó bastante imperativa.
No he leído nada últimamente a parte de los libros de texto de la clase de literatura, pero si Nagato se lo toma tan en serio, supongo que será bastante bueno como para ir recomendándoselo a otra gente.
“...Entendido.”
Una vez le respondí, Nagato volvió a su lectura.
Y justo ahora, me encuentro pedaleando con fuerza bajo el crepúsculo. Después de dejar a Nagato y volver a casa., cené e hice el vago un poco antes de volver a mi habitación para leer detenidamente esa novela de ciencia ficción extranjera que me prestaron. Más bien que me obligaron a leer. El denso océano de palabras me estaba mareando. Mientras ojeé el resto del libro pensando en sí conseguiría en serio acabarme este tocho, un marcador de lectura cayó sobre la alfombra al pasar de la mitad del libro.
Un marcador algo cursi con florecitas pintadas. Lo cogí despreocupado y descubrí que había algo escrito por detrás.
“7 p.m. Te espero en el parque en frente de la estación de Kouyou.”
Estaba cuidadosamente escrito a mano, pero parecía casi como impreso. Este escueto mensaje realmente pegaba con el estilo de Nagato, así que no tenia dudas de que fuera suyo. Pero eso levantaba varias preguntas.Recibí el libro hace unos días. Entonces se referirá a las 7 de aquel día, ¿no? ¿O se refiere a las 7 de hoy? ¿O no me digas que ha estado esperando cada noche en el parque a la espera de que yo descubriera su mensaje? ¿Por eso hoy ha insistido tanto en que me leyera el libro, para que descubriera la nota en el marcador? Pero de ser así, podría habérmelo dicho directamente. Y no entiendo para que querrá verme en el parque de noche.
Comprobé mi reloj. Las 6:45 p.m. El Parque de Kouyou es la estación más cercana al instituto, pero está a unos veinte minutos de mi casa en bici. Reflexione durante no más de diez segundo.
Me guardé el marcador en el bolsillo del pantalón, salí disparado de la habitación y baje las escaleras de un par de saltos. Esquivé a mi hermana que salía de la cocina con un helado, “¿A donde vas Kyon-kun?”, “A la estación.” Le quité el candado a mi vieja bicicleta en la entrada de casa, me subí de un salto y encendí el faro. Pedaleé con fuerza mientras me recordaba a mi mismo de hinchar un poco las ruedas al volver.
Me reiré un huevo como Nagato no esté ahí.
Parece que no voy a reírme después de todo. Como todo el rato fui respetando las normas de circulación, eran las 7:10 cuando llegué al parque. No es un sitio muy céntrico, por lo que no había mucha gente a estas horas.
Dejando el tumulto de coches y trenes a mi espalda, empujaba la bicicleta mientras andaba por el parque. Me costó distinguir, sentada en el extremo de un banco de madera situado bajo una de las farolas uniformemente colocadas por el parque, la casi inapreciable silueta de Yuki Nagato.
En serio que esta chica pasa desapercibida. Alguien que paseara por aquí podría confundirla fácilmente con un fantasma o algo así.
Nagato se percató de mi presencia y se levantó como una marioneta a la que han tirado de los hilos.Llevaba puesto su uniforme.
“¿Era para hoy?”
Asintió con la cabeza.
“¿Puede ser que hayas estado esperándome todas las noches?”
Asintió con la cabeza.
“¿..Es algo que no me puedes contar en la escuela?”
Asintió con la cabeza. Nagato se puso justo delante de mí.
“Por aquí.”
Empezó a caminar. No se oían sus pasos. Se mueve como un ninja. Viendo como Nagato rápidamente de fundía con las sombras a medida que avanzaba, no tuve más remedio que seguirla.
Después de caminar durante un rato, mientras observaba a sus cortos mechones de pelo revolotear suavemente bajo una ligera brisa, llegamos a un bloque de apartamentos no muy lejos de la estación.
“Aquí.”
Introdució un código en el panel numérico que había en la entrada para abrir las puertas de cristal. Aparque mi bicicleta por ahí cerca y seguí a Nagato hasta el ascensor. Incluso dentro del ascensor, Nagato seguía ahí en silencio con una expresión impasible en la cara. Simplemente se quedó mirando los botones. Llegamos al séptimo piso.
“Oye, ¿A dónde vamos?”
Al fin solté la pregunta que hacía rato que tenía que haber formulado. Yuki respondió mientras andaba por el corredor lleno de puertas.
“A mi casa.”
Me quedé helado. Espera un momento. ¿Por qué Nagato me está invitando a su casa?
“Porque no hay nadie ahí.”
Para el carro. ¿Que se supone que significa eso? Nagato abrió la puerta 708 y se quedó mirándome.
“Entra.”
¿En serio?
Intentando parecer lo menos consternado posible, cautelosamente puse un pie dentro. Me quité los zapatos, y di otro paso adentro antes de que se cerrara la puerta.
Me sentía como si hubiera superado el punto de no-retorno. Cuando me giré tras oír ese fatídico ruido, me encontré a Nagato.
“Adelante.”
Y con eso, Nagato se quitó los zapatos de un rápido movimiento. Si hubiera estado todo a oscuras, habría empezado a correr tropezándome con todo, pero la amplia estancia estaba perfectamente iluminada por el resplandor de una brillante luz.
¿Cuántas habitaciones había a parte de la sala de estar? ¿Tres dormitorios, una cocina y un cuarto de baño? Y estando tan cerca de la estación, este apartamento tenia que ser caro de cojones. Pero aún así, daba la sensación de que nadie viviera aquí.
Pasamos a la sala de estar, que disponía de un Kotatsu y nada más. Ya era suficientemente sorprendente que no hubiera ni cortinas. Tampoco había ni una sola alfombra en los 15 metros cuadrados de parquet.
[Nota: Un kotatsu es una mesa baja de madera, cubierta por una manta, y con una fuente de calor en la aparte de abajo, normalmente montada en la misma mesa]
“Siéntate.”
Dijo ella antes de desaparecer por la cocina. Me senté con las piernas cruzadas cerca de la mesa con la espalda encorvada.
Mientras pensaba en las diferentes razones por las que una chica adolescente traería a un chico adolescente a su casa mientras sus padres estaban fuera, Nagato dejó una bandeja sobre la mesa con una tetera y un par de tazas, moviéndose como una marioneta antes de sentarse frente a mi, llevando todavía su uniforme.
Silencio.
Ni siquiera se puso a servir el té. Se quedo mirándome con esos ojos inexpresivos tras sus gafas, lo que hacía que me sintiera aún más incómodo. Supongo que tendré que decir algo.
“Ah... ¿Dónde está tu familia?”
“No están aquí.”
“Bueno, eso ya lo veo… ¿Han salido fuera?”
“Yo soy la única que ha estado aquí desde siempre.”
Creo que esta ha sido la frase más larga que he oído de Nagato.
“¿Entonces vives aquí tú sola?”
“Sí.”
A-ha. Así que tenemos a una chica que acaba de empezar el instituto viviendo sola en un apartamento de lujo. Seguramente haya alguna circunstancia especial detrás de todo esto. Pero bueno, me siento aliviado de no tener que conocer a sus padres tan pronto. ¿O es demasiado temprano para sentirse aliviado?
“¿Entonces que es lo que quieres?”
Sirvió un poco de té en una de las tazas y me la ofreció, casi como si se acabara de acordarse de ello.
“Bebe.”
Vale, supongo. Me bebí el té verde tostado mientras Nagato me miraba del mismo modo que tú mirarías a una jirafa en el zoo. Ni siquiera estaba sirviéndose una taza para ella.
Mierda, ¡Esta envenenado! …tiene que ser eso, fijo.
“¿Está bueno?”
Creo que es la primera vez que pregunta algo.
“Sí…”
En el momento que dejé la taza vacía sobre la mesa, Nagato la volvió a llenar de liquido amarillento-marrón. Sin tener ninguna otra alternativa, me lo bebí. Tras acabármelo, fue instantáneamente llenado una vez más. La tetera se vació enseguida, Nagato estaba ya levantándose para ir a llenarla de nuevo cuando la detuve.
“Olvídate del té. ¿Podrías decirme porque me has traído aquí?”
Nagato se paró a medio levantar, luego volvió a su posición original como si rebobinaras en un video. Seguía sin abrir boca.
“¿Qué es lo que no me puedes decir en la escuela?”
Intentaba hacerla hablar. Finalmente separó sus delgados labios.
“Es sobre Haruhi Suzumiya.”
Se sentó elegantemente sobre sus rodillas con la espalda completamente recta.
“Y también sobre mi.”
Luego cerró la boca durante un par de segundos.
“Es sobre eso de lo que necesito hablarte.”
Y con eso, permaneció en silencio de nuevo.
¿Podrías darte un poco más de prisa o algo?
“¿Qué pasa contigo y con Suzumiya?”
Está sería la primera vez que vería a Nagato mostrando una emoción en su rostro. Casi como si estuviera preocupada o indecisa. Aunque aún así, tenias que fijarte mucho para darte cuenta. Su cara con expresión se diferenciaba solo por unos milímetros de su habitual cara inexpresiva.
“Es difícil encontrar las palabras convenientes. Puede que haya pérdidas durante la transmisión de información. Aun así, escucha.”
Y Nagato empezó a hablar.
“Haruhi Suzumiya y yo no somos personas ordinarias.”
Nada más empezar ya está diciendo cosas raras.
“Bueno, la verdad es que es bastante obvio.”
“No es eso a lo que me refiero.”
Nagato se quedo mirando sus manos cruzadas sobre su regazo.
“No me refiero a la ausencia de rasgos de la personalidad que son comúnmente aceptadas. Significa lo que he dicho. Ella y yo somos diferentes de la vasta mayoría de los humanos como tú.”
No lo pillo.
“Una interfaz orgánica humanoide creada para interactuar con las formas de vida de este planeta por la Entidad para la Integración de la Información que supervisa la galaxia. Esa soy yo.”
“...”
“Mi trabajo consiste en observar a Haruhi Suzumiya y reportar toda la información obtenida a la Entidad para la Integración de la Información.“
“...”
“Esta es la tarea que he estado realizando desde mi nacimiento hace tres años. Durante los pasados tres años, no ha aparecido ningún elemento relevante. La situación era extremadamente estable. Sin embargo, recientemente, un factor irregular que no podía ser anticipado ha aparecido cerca de Haruhi Suzumiya.”
“...”
“Y eso eres tú.”
La Entidad para la Integración de la Información.
“Formas de vida basadas en la información que no posen cuerpo físico y con un extremado nivel de inteligencia nacidos del mar de información que cubre toda la galaxia. Englobando todo el universo.
Inicialmente nacieron como datos simples que fueron congregándose con otros datos hasta volverse sensitivos. Evolucionaron recopilando información. Al no poseer masa tangible, existen solo como información, y es imposible observarlos directamente con métodos ópticos. Existen desde la creación del universo, expandiéndose al ritmo que se expande el universo. Ampliando sus bases de datos, desarrollándose mientras crecen en enormes proporciones.
Teniendo conocimientos de todo el universo, sabían de la existencia de la Tierra desde el nacimiento del sistema solar. Desde su perspectiva, este sistema solar en el vértice de la Vía Láctea no era especialmente significante.
Igual que con el resto del basto colectivo de sistemas que albergan formas de vida orgánica. Sin embargo, el tercer planeta de este sistema fue el terreno para la evolución de una forma de vida orgánica bípeda que desarrolló habilidades cognitivas
que podría considerarse inteligencia, y como consecuencia, la Tierra, tal y como este planeta oxidado es llamado por sus propios habitantes, fue ganando importancia.
Hasta entonces se creía que las formas de vida orgánica, al poseer importantes limitaciones a la hora de acumular y transmitir información, nunca podrían llegar a desarrollar inteligencia.”
Yuki Nagato dijo todo eso con una expresión completamente seria.
“La Entidad para la Integración de la Información mantuvo un interés en las formas de vida categorizadas como humanos que aparecieron en el planeta. Ya que ellos poseían el potencial para evitar el callejón sin salida de la autoevolución en la que habían caído las formas de vida basadas en la información.
A diferencia de las formas de vida basadas en la información, que han existido desde el inicio de los tiempos, los humanos empezaron como formas de vida orgánicas imperfectas que consiguieron un elevado ritmo de auto-evolución.
Fueron incrementando sus capacidades para la retención de datos, mientras creaban, procesaban y guardaban nueva información.
La aparición de formas de vida orgánicas concientes es un fenómeno corriente en todo el universo. Sin embargo, los humanos terrestres fueron los primeros en evolucionar hasta un nivel tan alto de inteligencia. La Entidad para la Integración de la Información continuó cuidadosamente con sus observaciones.
Y hace tres años. Observamos una explosión de información como nunca antes habíamos observado en el planeta. Una masiva erupción de información se propagó desde un archipiélago en forma de arco y se expandió por todo el planeta antes de empezar a propagarse por el espacio. Y el centro de esa erupción es Haruhi Suzumiya.
Ni la causa ni los efectos son conocidos. La Entidad para la Integración de la Información descubrió que era imposible analizar la información. Solo se podía interpretar como un conjunto absurdo de información sin sentido.
Lo que resulta crítico es que los humanos deberían solo poder manejar una cantidad limitada de información, pero sin embargo uno de estos humanos, Haruhi Suzumiya, fue capaz de emitir un enorme torrente de información.
Haruhi Suzumiya continúa transmitiendo intermitentemente grandes cantidades de información a intervalos completamente aleatorios. Y más aún, Haruhi Suzumiya no es consciente de nada de esto.
Durante los tres pasados años, se han ido realizados diferentes investigaciones para examinar la existencia conocida como Haruhi Suzumiya desde todas las perspectivas. Sin embargo, su autentica identidad sigue siendo desconocida.
No obstante, un sector dentro de La Entidad para la Integración de la información cree que para la humanidad, y que incluso para nosotros mismos, Haruhi Suzumiya es la llave para nuestra auto-evolución y en consecuencia hemos procedido a iniciar los análisis…
Ellos, como formas de vida basada en la información, son incapaces de comunicarse con formas de vida orgánicas. Mientras que ellos no poseen ningún lenguaje, los humanos son incapaces de transmitir ideas si no es con palabras. Es por eso que interfaces humanas como yo misma fueron creadas.
La Entidad para la Integración de la Información puede interactuar con los humanos a través de mi.”
Nagato finalmente levanto su taza hacia sus labios. Debía tener la garganta seca después de pronunciar más palabras de las que debe decir en un año.
“...”
No tenía nada que decir.
“Haruhi Suzumiya esconde en su interior el potencial para la auto-evolución. Es más bien como si poseyera la habilidad de controlar la información que la envuelve según sus deseos. Por eso estoy yo aquí. Y por eso estás tú aquí.“
“Espera un segundo.”
Dije eso con la cabeza hecha un lió.
“Voy a serte franco. No tengo ni idea de lo que me estas contado.”
“Créeme.”
Nunca había visto una expresión tan intensa en Nagato antes.
“La cantidad de información que puede trasmitirse de forma verbal es limitada. Yo soy una mera terminal, una interfaz orgánica para contactar con humanos.Mi capacidad de procesamiento es incapaz de transmitir convenientemente todas las ideas de La Entidad para la Integración de la Información. Entiéndelo por favor.”
Es más fácil decirlo que hacerlo.
“¿Por qué yo? Asumiendo que crea que eres una interfaz de esa entidad no se qué de la información, ¿entonces porque me revelas tu identidad?”
“Has sido elegido por Haruhi Suzumiya. Sea o no consiente de esto, su subconsciente puede afectar su entorno en forma de información incontrolada. Debe haber un motivo por el que has sido elegido.”
“No lo hay.”
“Si lo hay. Tal vez tú seas la llave para Haruhi Suzumiya. Entre los dos mantenéis ese potencial en vuestras manos.”
“¿Pero hablas en serio?”
“Por supuesto.”
Por primera vez me dediqué a estudiar en profundidad el rostro de Nagato. Así es como me encontraba, sorprendido de al ver como al final esos finos labios se habían despegado, y como de ellos salió toda esta jerga incomprensible.
Sabía que era rara, pero nunca pensé que llegaría a estos extremos. ¿La Entidad para la Integración de la Información? ¿Interfaz humana? Las ganas.
“Muy bien. Si vas y le cuentas esta historia a Haruhi, desde luego que se pondrá contentísima. Para serte sincero, no he entendido nada de lo que me has dicho. Lo siento.”
“Un gran sector de La Entidad para la Integración de la Información ha reconocido que el hecho de que Haruhi Suzumiya se percatará de su propia importancia y habilidades sería un foco potencial de riesgos indeterminados. Por ahora únicamente nos dedicamos a la observación.”
“¿Y no existe ahora la posibilidad de que yo le explique a Haruhi todo lo que me has contado?”
“Incluso aunque lo hagas, ella no asimilará seriamente la información que le transmitas.”
En eso tiene razón.
“Yo no soy la única interfaz colocada en la Tierra por La Entidad para la Integración de la Información. Un sector de La Entidad para la Integración de la Información tiene la intención de jugar un rol más activo para observar así los resultados de las fluctuaciones en las emisiones de información. Tú eres la llave para Haruhi Suzumiya. Cuando se avecine alguna crisis, tú serás el principal objetivo.”
Ya no puedo aguantarlo más.
Me dispuse a marcharme.
El té estaba bueno, gracias.
Nagato no intentó detenerme. Se quedó mirando a su taza con su habitual cara inexpresiva. Parecía como si se sintiera sola, pero seguramente fue mi imaginación.
Después de responder al interrogatorio de mi madre sobre donde había estado mediante las típicas respuestas, volví a mi habitación. Me desplomé sobre mi cama y medité sobre el largo discurso de Nagato.
Si creyese lo que Nagato dijo, significaría que ella no seria humana. Ni siquiera de este mundo. En pocas palabras, un alíen.
Una misteriosa existencia. Justo lo que Haruhi andaba buscando con tanta insistencia.
Y ahora resulta que lo ha tenido delante de sus narices todo este tiempo. “Los árboles no te dejan ver el bosque.” Supongo que el dicho se referirá a algo así. …ja ja ja... que idiota.
Mis ojos fueron a buscar la novela que había dejado tirada en el suelo. La cogí y me fije en su colorida portada antes de dejarla en la cabecera de la cama.
Seguramente Nagato tenga la cabeza llena de estas delirantes historias por culpa de pasarse todo el tiempo sola en su apartamento leyendo novelas de ciencia ficción. Probablemente no hable con nadie en clase tampoco. Debe de pasarse todo el rato sentado en su silla. Olvídate de los libros. Intenta hacer algunas amistades, aunque sean superficiales. Disfruta de una vida escolar normal. Esa cara inexpresiva tiene que desaparecer. Seguro que debe de estar muy guapa cuando sonríe.
Supongo que le devolveré el libro mañana… Bueno, aunque también podría leérmelo.
Al día siguiente después de clase.
Como me tocaban las tareas de limpieza, llegué más tarde al cuarto del club, y me encontré a Haruhi jugando con Asahina-san.
“¡Estate quita! ¡Deja de resistirte!”
Haruhi había, de nuevo, medio desnudado a Asahina-san pese a que siguiese resistiéndose.
“¡Kyaaa!”
Asahina-san chilló al verme entrar por la puerta de la habitación.
Eché una mirada a Asahina-san, que estaba solo con su ropa interior, antes de volver sobre mis pasos y cerrar la puerta.
“Perdón.”
Esperé diez minutos. El dueto formado por los encantadores gemidos de Asahina-san y los gritos de júbilo de Haruhi llegó a su fin. Entonces Haruhi grito.
“¡Ya puedes entrar!”
Entré en la habitación y me quede pasmado.
Una sirvienta estaba frente a mí. Llevando un vestido y un delantal, Asahina-san, con lágrimas en los ojos, se sentó en una silla y rápidamente se giró para darme una mirada de desesperación.
Un mandil blanco sobre una amplia falda con ribetes conjuntado con una blusa. Los originales calcetines blancos le daban un acabado perfecto. Una perfecta sirvienta.
“¿Y bien? ¿No es mona?”
Dijo orgullosa Haruhi al terminar su obra mientras acariciaba el pelo de Asahina-san.
Tengo que darle la razón. Lo siento por Asahina-san, sentada abatida con una carita de pena, pero está ridículamente guapa.
“Bien, otro trabajo impecable”.
Ignorando el susurro “No, no lo es.” de Asahina-san, me volví hacia Haruhi.
“¿Por qué la has vestido de sirvienta?”
“Cuando se trata de atractivo, no te puedes olvidar de las sirvientas.”
De nuevo, no tenia ni idea de lo que estaba hablando.
“He estado pensado mucho sobre esto.”
Tú solo piensas en cosas en que valdría más no pensar.
“En las historias que ocurren en los institutos siempre hay un personaje encantador involucrado. Dicho de otro modo, las historias ocurrirán allí donde hayan personajes encantadores. Se podría decir que es inevitable.
¿Comprendes? Mikuru-chan es una lolita tímida que además posee elementos importantes para generar atractivo al estar tan bien dotada. Si la pones en un vestido de sirvienta, el atractivo subirá como la espuma. Todo el mundo puede ver que conseguirá un nuevo record de atractivo para captar la atención de la gente. Es como si ya hubiéramos ganado.”
¿El qué hemos ganado?
Mientras yo seguía básicamente flipando y sin decir palabra. Haruhi cogió una cámara digital y dijo algo sobre sacar unas fotos para la posteridad. Asahina-san, se volvió de un rojo brillante mientras sacudía la cabeza.
“No saques fotos…”
Ya puedes ponerte de rodillas y rezar lo que quieras. Si Haruhi lo dice, sin duda se hará.
Haruhi forzó a la suplicante Asahina-san a realizar una serie de poses mientras el flash brillaba una y otra vez.
“Hue—“
“Mira hacía aquí. Sube un poco la barbilla. Coge el delantal. Eso es. ¡Sonríe más!”
Haruhi despiadadamente tomaba fotos a medida que dictaba instrucciones.
Cuando le pregunté de donde había sacado la cámara digital, dijo que la tomó prestada del club de fotografía. ¿No es como si reconociera que la ha robado?
Durante la sesión de fotos, Yuki Nagato estaba sentada en su sitio habitual realizando su rutinaria actividad de leer. Ayer dijo un montón de cosas raras,
pero hoy estaba de nuevo con los labios sellados. De algún modo eso me alivió.
“Kyon, has tú de fotógrafo ahora.”
Haruhi me pasó la cámara y se volvió hacia Asahina-san. La cogió por sus delicados hombros del mismo modo que un caimán se abalanzaría sobre un pelicano.
“Heee…”
Haruhi sonrió cariñosamente a la atrapada Asahina-san
“Mikuru-chan, vamos a ponerte un poco más sexy.”
En el mismo instante que decía eso, deshizo el lazo del corpiño del vestido de criada. Luego rápidamente desabrochó tres botones para mostrar su escote.
“¡Wa---! No… ¿Qué estas…?”
“¡Así! ¡Así!”
¿Cómo que así?
Asahina-san fue entonces forzada a recostar sus manos sobre sus rodillas e inclinarse hacia delante. Tuve que desviar mis ojos del amplio valle que se formaba entre sus pechos, que no cuadraba con su pequeño cuerpo y su carita de niña. Solo que si desviaba la mirada, no podía sacar fotos, así que me forcé a mirar por el objetivo.
Pulsé repetidamente el disparador siguiendo las órdenes de Haruhi.
Tenía las mejillas rojas de vergüenza mientras era forzada a realizar poses que acentuaban más sus tetas. Asahina-san forzadamente sonrió a la cámara, con los ojos vidriosos al borde de las lágrimas. Derrochaba encanto por todos lados. Joder. Creo que me he enamorado.
“Yuki-chan, déjame las gafas.”
Nagato, lentamente levanto la vista del libro, se quitó las gafas, las extendió hacía Haruhi y volvió de nuevo a leer. ¿Puedes leer sin gafas?
Haruhi puso las gafas en la carita de Asahina-san.
“Quedan geniales si están un poco caídas. Mmmm, ¡Es perfecto! ¡Una lolita de tetas enormes vestida de sirvienta y con gafas! ¡Esplendido! ¡Kyon, sigue sacando fotos!”
No tengo nada en contra de sacar fotos, ¿pero para que va a usar estas fotos de Asahina-san vestida de sirvienta?
“Mikuru-chan, a partir de ahora tienes que llevar este vestido siempre que estés en la habitación del club.”
“No lo dirás en serio…”
Asahina-san lo hizo lo mejor que pudo para mostrarle su oposición. Pero Haruhi continuó.
“¡Es que quedas tan mona! ¡Tía, es que ni una chica como yo puede resistirse!”
Agarró a Asahina-san y frotó su cara contra la suya. Asahina-san chilló mientras luchaba por escapar antes de sucumbir finalmente a la voluntad de Haruhi.
Hey, espera. Me estás matando de envidia Haruhi. O más bien… claro. Debería detenerla.
“Ya es suficiente.”
Agarré a Haruhi del pescuezo mientras esta seguía con su descarado acoso sexual a Asahina-san. Me costó bastante separarla.”
“Hey, ¡Ya esta bien, déjalo!”
“¿Por qué? Tú también puedes hacerle cosas pervertidas a Mikuru-chan.”
Que gran idea. Pero al ver como Asahina-san rápidamente se volvía pálida, no puede acceder.
“Whoaa. ¿Qué es esto?”
Ese era Itsuki, de pie en la puerta con su bolsa colgando de su mano observándonos.
Miró con curiosidad a Haruhi, intentando meter su mano por debajo del desabrochado vestido de Asahina, a mí, sujetando esa mano, a Asahina-san, temblando en su traje de sirvienta, y a Nagato, leyendo tranquilamente sin sus gafas.
“¿Qué es algún tipo de actividad del club?”
“Koizumi-kun. Que oportuno. ¡Vamos a divertirnos todos con Mikuru-chan!”
¿Pero que cojones estas diciendo?
Las comisuras de los labios de Koizumi parecían que subían. Si llega a aceptar, tendré que considerarlo como un enemigo.
“Creo que paso. Me asusta lo que pueda pasar luego.”
Dejo su bolsa sobre la mesa, cogió una de las sillas apoyadas en la pared y la desplegó.
“¿Puedo sentarme y observar?”
Se sentó y cruzó las piernas, mirándome a mí con cara divertida.
“No os preocupéis por mi. Continuad por favor.”
Lo has entendido mal. Yo la estoy ayudando, no acosándola.
Para aclarar la confusión, me las arreglé para meterme entre Haruhi y Asahinasan. Al caer Asahina-san hacia atrás de agotamiento, rápidamente fui a cogerla.
Quedé sorprendido de lo liviana que era mientras la ayudaba asentarse en una silla. La visión de Asahina-san exhausta con su de desarreglado vestido de sirvienta resultaba, para ser honesto, extremadamente excitante.
“Bueno, da igual. Ya hemos tomado un buen montón de fotos.”
Haruhi cogió las gafas de la hermosa cara de Asahina-san, tumbada hacia atrás con los ojos cerrados, y se las devolvió a Nagato.
Nagato cogió las gafas y se las puso sin decir ni una palabra. Como si todo su discurso de ayer fuera una farsa. Puede que realmente fuera todo mentira.
Algún tipo de broma elaborada.
“¡Y ahora, vamos a empezar con la primera reunión de la brigada SOS!”
Haruhi anunció en voz alta mientras estaba de pie sobre la silla de comandante.
¿A que viene esto así tan a saco?
“Hemos trabajado duro para llegar hasta aquí. Hemos repartido panfletos e incluso hemos hecho una página Web. La fama de la Brigada SOS está llegando a cotas inimaginables en esta escuela. La primera fase puede considerarse un éxito rotundo.”
¿Cómo puedes decir que traumatizar psicológicamente a Asahina-san sea un
éxito rotundo?
“Sin embargo, ni una sola historia de sucesos misteriosos ha llegado a nuestra cuenta de correo, y ni un solo estudiante ha venido en busca de consulta para algún asunto extraño.”
Eso es porque no es suficiente con que la gente sepa de ti. Nadie tiene ni la más remota idea de que es lo que hace este club. Y más importante aún, la escuela ni siquiera nos reconoce como club.
“Alguien dijo una vez, ‘Aquellos que sepan esperar serán recompensados.’ Pero ahora vivimos en el mundo moderno. Tienes que buscar tu recompensa por ti mismo aunque eso implique incluso cavar en el suelo. ¡Es por eso que iremos a buscarlos!”
“¿… el qué?”
“¡Los misterios de este mundo! ¡Si buscamos por cada rincón de esta ciudad, al menos deberíamos descubrir algún que otro fenómeno paranormal!”
Creo que tu mente es el mayor misterio de todos.
Ignorando complétame la apariencia incredulidad de mi cara, la enigmática mirada de Koizumi dando a entender su consentimiento, la inexpresiva cara de Nagato y la cara de resignación de Asahina-san, Haruhi levantó los brazos y grito a viva voz.
“¡Este sábado! ¡Es decir, mañana! Nos encontraremos delante de la estación de Kitaguchi a las 9 de la mañana. ¡¡Si no aparecéis, rodarán cabezas!!”
Cabezas rodando, huh.
Si os estabais preguntando que es lo había planeado hacer Haruhi con las fotos de Asahina-san vestida de sirvienta, pues resulta que la maldita cría pensaba poner esas fotos en la cutre-pagina del club.
Me di cuenta de eso después de que Haruhi acabara de poner una docena de esas fotos al principio de la página de inicio, todo para conseguir visitas, y segundos antes de que subiera los cambios al ciberespacio.
Eso habría subido el inamovible contador de vistas hasta los cinco dígitos en un santiamén.
¿Pero tú eres idiota?
Aquí estaba el límite, desesperadamente detuve a Haruhi y borré las imágenes. Si Asahina-san se enterase de que estas indecorosas fotos de ella vestida de sirvienta en sugerentes poses habían sido difundidas por todo le mundo, se desmayaría en el acto.
Curiosamente, Haruhi permaneció callada mientras le sermoneaba sobre los riesgos de mostrar información personal en Internet que pudiera revelar tu identidad, aunque no puedo estar seguro de que lo entendiera.
“Vale, ya lo he captado.”
Dijo de repente antes de consentir que las borrara. Entonces, lo más correcto hubiera sido eliminar todas las fotos, pero habría sido un desperdicio. Creé una carpeta oculta en el disco local, guardé las imágenes ahí, y puse una contraseña.
Las reservaría para mi disfrute personal.
Capítulo 3
Asahina-san, que fue reconocida como una de las dos conejitas, valerosamente se recompuso y tan sólo un día después se presentó en el club después de clase.
Etiquetas:
La melancolía de Haruhi Suzumiya
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